Aunque comúnmente estas dolencias se asocian con una edad avanzada, no son exclusivas de las personas mayores. Es a partir de la cuarta década de vida, cuando muchos presentamos algún cambio patológico en las articulaciones. La artrosis o enfermedad degenerativa articular (EDA), es la más común de las enfermedades articulares, y ocurre con más frecuencia en personas de mediana y tercera edad; afectando principalmente cuello, región lumbar, piernas, rodillas, cadera y articulaciones de los dedos. Sin embargo, también puede dañar articulaciones que han sido previamente perjudicadas por uso prolongado, infección o una enfermedad reumática previa.

Existen métodos modernos para el diagnóstico y tratamiento de las afecciones osteoarticulares que mejoran mucho la calidad de vida. Además, cada vez son más los avances que hay para la prevención de las enfermedades. Artículos de prensa, revistas e Internet, te pueden mantener al día sobre los nuevos adelantos de la ciencia en esta materia. Sin embargo, Ponte en Forma El, te proporciona las siguientes recomendaciones hechas por especialistas, para el cuidado de tus articulaciones:

• Si no tienes el hábito de hacer ejercicio regularmente, debes iniciar la práctica de forma gradual.
• Antes del ejercicio, debes realizar calentamiento para preparar tendones, músculos, ligamentos y articulaciones.
• Se recomienda estar consciente de tus límites del cuerpo. Toma en cuenta que la prevención es fundamental para evitar cualquier riesgo de lesión. Por ello, ante cualquier dolor, debes detenerte de inmediato, descansar y suspender la actividad.
• Si sientes dolor y limitación del movimiento en tus articulaciones (rodilla, cadera, manos, cuello o columna), consume glucosamina, condroitina y ácidos grasos Omega-3 (bajo supervisión médica), para aliviar las molestias y brindar una nutrición integral a tus articulaciones.
• Practica ejercicio regularmente. Caminar, montar bicicleta y nadar, previene la aparición de osteoporosis y artrosis. Trabajar la fuerza es también recomendable, ya que aumenta la densidad mineral de los huesos.
• Mantente en un peso adecuado. Tu esqueleto es la infraestructura que soporta tu organismo, por lo tanto NO está diseñado para soportar cargas excesivas. Recuerda que el sobrepeso predispone la aparición de artrosis en rodillas y caderas. Por otro lado, un peso muy bajo es nocivo, pues está relacionado con la aparición de osteoporosis.
• Usa calzado cómodo, flexible, de punta ancha y tacón bajo. Los zapatos rígidos, apretados y de punta angosta pueden producir deformidades en los dedos.
• Evita el cigarrillo. Es tal vez la medida inmediata que más puede beneficiarte. Recuerda que el tabaco está vinculado a los problemas lumbares crónicos y  agrava la osteoporosis.
• Duerme sobre un colchón duro y por la mañana realiza ejercicios posturales.
• Actividades alternativas como el Tai Chi Chuan y el Hatha Yoga pueden ser de inmensa ayuda.

Es un hecho que el organismo no funciona igual con el paso de los años, pero también es cierto que hacer ejercicio es benéfico para la salud (por donde lo veas), y más si se practica correctamente, ya que mejorará tu calidad de vida, y con ella tu movilidad articular.

Fuente: José Manuel N.